Aún a día de hoy, el comercio ilegal de especies naturales está valorado entre $8 y $26 mil millones, prueba de que el apetito humano es insaciable. Este problema lleva a miles de especies a su extinción, además de propagar enfermedades y afectar negativamente a la economía de los países de origen. La clave para interrumpir este tráfico reside en conocer las rutas comerciales ya que, a menudo, la aplicación de la ley es solo reactiva. Actualmente, la situación de las tortugas marinas es crítica.